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Genocidio Armenio
Micaela Rodríguez, licenciada en historia en la UNSAM, nos propone una síntesis sobre el genecidio armenio, haciendo hincapié en la importancia del reconocimiento y visibilización de este suceso histórico.

Genocidio y negación

El genocidio armenio fue llevado a cabo por el Imperio Otomano y se estima que acabó con la vida de entre un millón y dos millones de personas, lo que representó el aniquilamiento de más de la mitad de la población armenia en ese momento.
Para fines del siglo XIX la zona de Armenia estaba bajo el control del Imperio Otomano, encabezado por el sultán Abdul Hamid II, quien gobernó desde 1876 hasta 19091. Se trataba de un reino multinacional y plurirreligioso que contenía diferentes minorías a las que se toleraba, en teoría. La religión oficial era el Islam y la lengua turca y a los que no se identificaban con estas características, se les diferenciaba con el pago de impuestos especiales, que es una práctica común en todos los califatos y que establecía a estas minorías como habitantes de segunda con ciertas restricciones sociales y políticas.
 

Masacres anteriores al genocidio:

Durante el gobierno del sultán Hamid II se llevaron a cabo dos grandes matanzas de armenios. La primera llamada Haminianas, en honor al sultán, tuvieron lugar entre 1894 y 1896 y se calcula entre 200.000 y 300.000 armenios muertos. La razón principal refiere a que estuvo orquestada con el fin de generar terror entre las autoridades armenias y así evitar el desarrollo de un sentimiento nacional que eventualmente termine en el pedido de independencia de este pueblo.
La segunda matanza se denominó masacre de Adana, tuvo lugar el 13 de abril de 1909 y se estimaron entre 15.0000 a 30.000 armenios asesinados. También se registraron destrucciones y saqueos en esa zona. Este hecho se generó en medio de un golpe de Estado- Revolución que sufrió el sultán por parte de los Jóvenes Turcos que hasta ese momento habían sido aliados a este.  Hamid fue obligado a abdicar ese mismo año y este grupo fue el que gobernó, liderados por dos sultanes títeres hasta el fin del Imperio en 19222.

Del golpe de Estado al Inicio del genocidio:

Los Jóvenes Turcos, asociación creada a fines del siglo XIX, tenían como principal objetivo volver homogéneo el Imperio que era heterogéneo en el sentido de la cantidad de minorías que lo conformaba.  El Imperio Otomano ya se encontraba en un proceso de disolución y debilitamiento político y la Revolución acentuó este proceso.
Los Jóvenes Turcos se aprovecharon de la situación de crisis hacia el interior queriendo impulsar un patriotismo otomano por encima de las divisiones étnicas, lingüísticas y religiosas. Este nacionalismo en crecimiento brindó esperanzas de un futuro imperialista y también creó grandes hostilidades hacia los extranjeros, especialmente hacia  Gran Bretaña y Rusia, e intensificó la búsqueda de traidores hacia el interior del Imperio.
Con la pérdida de gran parte del Imperio y el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, los otomanos fueron parte de la Triple Alianza junto al Imperio Alemán y Austrohúngaro. Esto permitió visibilizar el lugar que ocupaban estas minorías conformadas por armenios, griegos, kurdos y judíos. Hasta ese momento los ataques contra estas minorías habían tenido una naturaleza local; sin embargo, a partir del progresivo crecimiento del nacionalismo otomano al interior del partido gobernante se tomó la decisión de realizar un aniquilamiento general en tanto se consideró que  estos grupos amenazaban la seguridad nacional3.

Asesinato como política de Estado:

El 24 de abril de 1915 comenzó el genocidio armenio dirigido por el gobierno y llevado a cabo por el ejército otomano. Las primeras medidas que se llevaron a cabo fueron el desarme de la población armenia en general, soldados y civiles para evitar posibles revueltas, y se dictaron órdenes de detención para aproximadamente seiscientas personas entre los que se encontraban intelectuales y políticos, entre otros, para desmantelar los liderazgos de los diferentes grupos.
Desde 1915 hasta 1923 se produjeron todo tipo de aberraciones hacia la población armenia que se encontraba desmembrada y completamente abandonada a su suerte. Se crearon veinticinco campos de concentración, donde reinaba el trabajo forzado, las hambrunas y la muerte por hacinamiento y enfermedades. Al no existir un plan de matanza sistemático se recurrió a todo tipo asesinatos improvisados por el ejército. Según la zona y tamaño de los grupos, se realizaron fusilamientos, se utilizaron horcas e incluso existieron crucifixiones. Además, se los despojó de sus propiedades y se saquearon sus bienes en general4.
La deportación fue el hecho que desencadenó la mayor cantidad de muertes. Comenzaba con la expulsión de los armenios y la imposición de caminar enormes extensiones de territorio hasta las fronteras del Imperio. El cansancio físico, la amenaza, maltrato y falta de agua y comida provocó la mayor cantidad de muertos que fueron abandonados al costado del camino.
El genocidio armenio fue el primero impulsado por razones ideológicas sin que se encuentren razones de un determinismo racial. La implementación del asesinato en masa tomó por sorpresa a la población en general y quedó oculto tras el desarrollo de la Guerra Mundial y la posterior caída del Imperio5.

Reflexiones:

El estudio del genocidio armenio, a diferencia del Holocausto, presenta múltiples inconvenientes a la hora de querer hacer un análisis profundo.  A pesar de las incontables víctimas y presencia de testigos extranjeros, la política de negación llevada a cabo por el gobierno turco impide la posibilidad de acceso a determinadas fuentes y documentos de esa época.
A pesar de la enorme cantidad de sobrevivientes que prestaron testimonio y las posteriores investigaciones llevadas a cabo, luego de cien años del inicio del genocidio, Turquía sigue negando la existencia del mismo. No existió ninguna política de ratificación ni de reconocimiento hacia los que lograron escapar y que sufrieron, además de su propio riesgo de muerte, la pérdida de su familia y seres queridos. Muchos de los que lograron huir, también, sufrieron las consecuencias de la pobreza, la hambruna y posterior fallecimiento en países limítrofes.
En contraste con el Holocausto, el genocidio armenio está poco visibilizado, en parte por la falta de culpables y autocrítica de los responsables. En 1919 se realizaron tres juicios dentro de Turquía a los cuales no es posible acceder a sus registros. El sociólogo Raphael Lemkin fue el primerio en utilizar en 1944 el concepto de genocidio para referirse “a la destrucción de una nación o de un grupo étnico”6.
En Argentina se encuentra la tercera comunidad armenia más grande del mundo, conformada por hijos y familiares de sobrevivientes que continuaron con las costumbres, idioma y religión. Cada 24 de abril las colectividades armenias de todo el mundo conmemoran y brindan homenaje a las víctimas en busca de reconocimiento y conservación de la memoria.

Libro recomendado:

El puñetazo en la puerta de Margaret Ajemian Ahnert

En esta obra se narra la historia de Ester, sobreviviente del genocidio y madre de la autora. Ester, perdió a parte de su familia durante el genocidios y logró escapar a Estados Unidos donde formó parte de una comunidad armenia que mantuvo latente la memoria de los acontecimientos. Se trata de un crudo relato en primera persona de lo que se trató la expulsión de su hogar, la separación de la familia y la posterior larga marcha a la que pocos sobrevivieron7.

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