“La tendencia general del mundo, si se divide por mucho tiempo, se unirá, y la unidad durante mucho tiempo conducirá a la división.” (天下大势，分久必合，合久必分.)
Luo Guanzhong – El romance de los tres reinos
Introducción
La novela El romance de los tres reinos [三國演義] realizada por Luo Guanzhong (Nacido aproximadamente en 1330-1400 d.C.)1 nos narra la historia del declive de la dinastía Han [漢朝] (a.C 206- 220 d.C.) mediante un entramado de disputas internas dentro de la política burocrática y la lucha entre los jefes militares como Cao Cao (155-220 d.C), padre de Cao Pi (187-226 d.C.), fundador del imperio Wei [魏]; Sun Ce (175-200 d.C) hermano mayor de Sun Quan (222-254 d.C.), fundador del Reino Wu [吳]; y Liu Bei (161-223 d.C.), fundador del reino Shu-Han [蜀漢]. Así pues, esta novela es ideal para adentrarnos por primera vez en este periodo histórico de Los tres reinos [三国] hasta la unificación de China a manos de la dinastía Jin [晉朝].
Es relevante señalar el contexto histórico en el que se inscribe la obra de Lua Guanzhong, ya que esto nos permite como lectores llevar adelante un proceso de propia indagación para conocer las situaciones sociopolíticas de las dinastías chinas de ese momento. El escritor, en este caso, narra su novela a finales de la dinastía Yuan [元朝] (1271-1368 d.C.) y principios de la dinastía Ming [明朝] (1368-1644 d.C.). Ese dato permite comenzar a vislumbrar las influencias del contexto de producción en su obra, considerando además que en su justa medida ello también repercutió en su narrativa pese a describir un período más lejano.
Por otra parte, El romance de los tres reinos es un reflejo de la situación anárquica China (190-317 d.C.)2 en la que hallamos una multiplicidad de situaciones que exacerban los acontecimientos de ese territorio. Jacques Gernet, en El mundo chino, resume estos fenómenos a partir de las nociones de tendencias centralizadoras-estatales, el expansionismo militar, la crisis agraria y un aumentó en las incursiones provenientes de las estepas.3 Por ello, la novela se encuentra profundamente atravesada por una serie de problemáticas donde los reinos Wei, Wu y Shu-Han intentarán resolver esos fenómenos socio-económicos y políticos.
El comienzo de El romance de los tres reinos
“Los últimos años del siglo II están marcados por una crisis agraria de gravedad excepcional”4. Esta crisis junto a las inundaciones del río Amarillo y el escaso poder central del emperador Ling de la dinastía Han fueron los agravantes principales del inicio de la rebelion de los Turbantes Amarillos [黄巾之乱], un movimiento mesianico taoísta desarollado desde el Shandong al Henan en 184 d.C. Así, la novela inicia con esta presentación del patriarca Zhang Jiao, junto a sus hermanos Zhang Bao y Zhang Liang de esta secta taoísta donde se busca la Gran paz (taiping) frente a las “obvias” señales de la crisis dentro del imperio, donde el mandato del cielo no estaba en disposición del emperador y el alzamiento era necesario para restablecer los órdenes de derecho divino.
El romance de los tres reinos, desde un primer momento, nos sumerge en un periodo lleno de conflictividad y estratagemas políticas. Los protagonistas son retratados de acuerdo a sus personalidades “únicas”, ya que Zhang Jiao es por ejemplo desmesuradamente devoto, Cao Cao es una figura ambiciosa y Liu Bei es la propia encarnación de las tradiciones confucianas. Por otro lado, el autor logra conectar en estas historias casi “independientes” en su obra en una red hilada de narrativas cronológicas de acuerdo a los registros históricos de los tres reinos. Además, consigue compilar una serie de narrativas que contienen desde folklores culturales hasta las situaciones más mundanas de la vida de los propios campesinos. De algún modo, en su obra también condensa una clásica historia de “grandes figuras” como héroes.
Un historia de añoranzas y conflictos
Dejando atrás la rebelión de los Turbantes Amarillos, El romance de los tres reinos continua con un periodo caotico donde “El poder de hecho pertenece a los jefes militares que han sido encargados de la represión contra los Turbantes Amarillos”5. Allí, la figura del emperador niño Xian se ve ensombrecida por el poder ejercido por los ministros (regentes), como Dong Zhuo o Cao Cao, que ven la oportunidad en la descentralización del poder imperial.
Durante toda la novela se retrata bien este punto de total desequilibrio de las jerarquías centrales del poder imperial. Además, Cao Cao es aquella figura que representa el deterioro de los Han dentro del mismo sistema. A su vez, el autor contrapone las personalidades de Cao Cao y sus protagonistas como Yuan Shao, Liu Bei, Sun Quan y el mismo emperador Xian entre sí. Este recurso narrativo se lo ve a lo largo de cada capítulo logrando una diferenciación estrecha entre los distintos protagonistas, como si se tratase del “yin [阴] y el yang [阳]” a lo que refiere pares opuestos pero complementarios, que se necesitan el uno al otro a lo largo de todo el relato. Llegado el momento de la destitución del emperador Xian y la fundación de los tres reinos (término que lxs propixs sinólogxs utilizan, ya que estaríamos hablando más bien de tres dinastías distintas), El romance de los tres reinos comienza su “fase” más sangrienta, donde se nos narra la lucha entre las dinastías rivales por la búsqueda de la unificación de China bajo el mando de una dinastía. En este momento álgido de la novela, muchas de las figuras como Yuan shao, Cao Cao, Sun Ce, entre muchos otros son reemplazados en algunos casos por sus herederos dinásticos que intentan llevar adelante “los sueños de sus padres”, mostrándonos esta mirada de continuidades que Jacque Gernet remarca en El mundo Chino.
Las hazañas de los héroes, aún llegando a los tramos finales de la novela, jamás son dejadas de lado. Hay, pues, una cierta “añoranza” por estas grandes figuras, en este caso encarnadas en Liu Bei y Cao Cao. Con el ascenso al poder de la familia Sima en el reino Wei, la novela atraviesa el declive dinástico de los tres reinos. La figura de Sima Yi (179-251 d.C.) de gran renombre dentro del reino Wei es el “nuevo” protagonista de esta última etapa, la cual Luo Guanzhong la contrapone con Zhunge Liang (181-234 d.C.), estratega e ilustre consejero de la dinastía Shu Han y su principal “yang”.
Sima Yi es el artífice en este último tramo de la derrota de los Shu Han, y al morir su sobrino Sima Yan (265-290 d.C.) sería el encargado tal como lo hizo Cao Pi en su momento de destituir al emperador Cao Huan (246-302 d.C.) y fundar la dinastía Jin. Posteriormente, la dinastía Jin se encargaría de derrotar también al reino Wu y finalmente Luo Guanzhong realza ese sentimiento descrito desde comienzos de la novela de Cao Cao de unificar China bajo una misma dinastía.
Acercamiento al mundo dinástico
Si bien El romance de los tres reinos puede ser una lectura poco convencional respecto a otros clásicos chinos, su contexto dinástico hace que resalte aquello que pueda parecernos tan lejano a nosotrxs historiadorxs occidentales. Mi propósito desde el inicio fue intentar provocar una leve pizca de interés, ante un mundo tan extenso dentro de un periodo tan corto como los tres reinos. El hecho de que esta novela sea de gran contenido histórico, donde incluso lxs sinólogxs hablan de alrededor de un 70% hechos reales y 30% sucesos ficticios, nos permite embarcarnos en una cultura distante y muchas veces ajena a nosotrxs.
