Reseña del ciclo «Los mecanismos del cambio en la Historia»
“El cambio en la Historia” es un compendio de diez videos breves en los que el equipo docente de la Licenciatura en Historia y la Maestría en Historia Conceptual de la UNSAM buscan dar cuenta de la complejidad del cambio histórico, su potencia, límites y matices. “¿Estamos viviendo un cambio? ¿Cuán profundo puede ser un cambio? ¿Por qué un cambio tiene límites?”, reza la descripción del video introductorio, dirigido por Claudio Sergio Ingerflom y producido por Andrés La Penna. En la colección audiovisual, distintos especialistas que ejercen la docencia en la UNSAM tratan de desentrañar en piezas fílmicas de entre siete y dieciséis minutos “los mecanismos internos de los grandes cambios ocurridos durante 30 siglos”, desde la antigua grecia hasta la inesperada pandemia que nos aborrece, “pasando por las Américas, Europa, Asia y África”.
En el video introductorio, Claudio Ingerflom plantea la existencia contemporánea de “un cambio”, pero siembra una pregunta: “¿En qué medida las cosas cambiarán?”. Para aproximarse a una primera respuesta, el Director de la licenciatura en Historia y de la Maestría en Historia Conceptual de la UNSAM esboza uno de los saberes aprehendidos por los historiadores a la hora de comprender el alcance de un cambio: “hay que desentrañar su mecanismo”. En este sentido, el historiador da cuenta de los dos “grandes adversarios” que buscan enfrentar los cambios en la Historia. Se trata tanto del status quo como de aquellos grupos que sienten que sus intereses se ven amenazados. Pero si, como se dice, Dios está en los detalles, Claudio Ingerflom nos advierte sobre la importancia de uno de ellos: “frecuentemente los propios actores del cambio los frenan -a los cambios- porque ellos mismos , sin advertirlo, están afectados por el pasado. Como nosotros, como cada uno, como cada ser humano que vehicula hábitos, creencias, convicciones del pasado, pero sin ser totalmente conscientes de ello”. Para ilustrar el planteo, Ingerflom parafrasea al filósofo francés Paul Ricoeur, cuando escribió que “nunca estamos en la situación de innovadores absolutos. Siempre estamos en la situación de herederos relativos”. Es por ello que Ingerflom llama a “elevar a la consciencia los efectos inadvertidos del pasado, dialogar con su propia tradición y distanciarse de lo que en ella frena el ir hacia adelante” para profundizar la transformación. Un cambio, explica, está compuesto por un horizonte de expectativas, por un futuro. Pero para poner en juego esa expectativa, completa el historiador, “nos apoyamos en nuestras experiencias del pasado. En ese choque, en esa interrelación entre futuro y pasado se decide la acción en el presente”.
Antes de llegar a la mitad de la exposición de Claudio Ingerflom, el video se oye acompañado por la voz de Mercedes Sosa entonando como un mantra “Cambia, todo cambia… Cambia todo cambia…” entre sikus y guitarras. La melodía se entremezcla con la intervención del historiador: “Si todo cambia, pero no del todo, no cambia del todo porque una estructura histórica no está hecha de una sola pieza. Está compuesta por elementos diversos. Cada uno de esos elementos posee algo así como su propia biografía, lo que nosotros llamamos su propia temporalidad. Algunos de estos elementos surgieron en un pasado remoto, maduraron y han envejecido tanto que el menor cambio los excluye definitivamente de la realidad. Otros se parecen a esos productos que aunque tienen la fecha de vencimiento ya superada, siguen en los estantes, siguen consumiéndose y no desaparecen con el cambio”. Para completar el cuadro, Ingerflom agrega que también hay elementos que surgen durante el cambio, gracias a él. “Estos son los que poseen futuro” y remarca que la razón por la que lo que cambia no cambia nunca en su totalidad es que esos elementos de la realidad cambian en distintas temporalidades. “La historia no transcurre en un tiempo cronológico natural, lineal. La historia transcurre en una pluralidad de tiempos”. En un segundo parafraseo, Ingerflom toma prestadas las palabras de Reinhart Koselleck para ilustrar este concepto con una metáfora: “Los elementos de una estructura, dice, son como sedimentos geológicos, sumergidos en el pasado, pero continúan sufriendo erosiones o, al contrario, tomando más cuerpo y moviéndose imperceptiblemente”. Empero, advierte, esos sedimentos se desplazan en diferentes tiempos y en distintas direcciones. “Y un día: terremoto”. Es en este momento del video cuando aparece una cita con una metáfora propia del protagonista del video: “La pluralidad temporal de la historia se despliega cual notas musicales. Unas producen sosiego, planicie inmutable hasta la confluencia con otras secuencias. Es la hora del erizamiento. Luego la melodía será, no totalmente, nueva». Y otra vez surge el entrelazamiento entre reflexiones históricas y estímulos musicales. Esta vez suena “erizamientos temporales”, una composición de Julia Mann, una “una nueva colaboración con historiadores y creación de cuarentena”, tal como la describe la compositora en su blog, creada especialmente para el compendio audiovisual que nos atañe. Se trata de una melodía tocada un en piano de cola que se puede apreciar en el video, ya que además de en sonido, ha sido captada por los lentes de una cámara. La pieza es ejecutada con el gatillo de las teclas, pero también con pequeños golpes en el instrumento y hasta con rasguidos en las cuerdas que se ocultan bajo la tapa visible del piano. La canción es tranquila y aterradora; bella pero feroz. Luego, áspera y movida hasta que, finalmente, retoma una melodía tierna, similar a la del principio, pero diferente. Se trata de una ilustración de cómo opera el cambio en la historia elaborada con sonidos que no son palabras.
Para concluir el video introductorio, Claudio Ingerflom resume los tres aspectos esbozados para comprender la profundidad del cambio. Se trata de, por un lado, los efectos inadvertidos del pasado en el actor del cambio. En segundo lugar, “la capacidad de ese mismo actor del cambio para superar la parte de su propio pasado que frena el cambio”. Finalmente, la toma de conciencia de que los elementos que constituyen la realidad “no cambian todos al mismo tiempo ni en la misma dirección”. Es en este sentido que concluye: “en la Historia no existe el grado cero de una nueva realidad”.
La colección de videos propone treinta y siete ejemplos de cambios en la historia (sí, leíste bien, ¡Treinta y siete!), a una razón de tres minutos por cada uno de ellos. “En algunos -advierte el Director de la Maestría- explicitamos estos mecanismos. En otros, les dejamos a ustedes la posibilidad de identificarlos”. A lo largo de diez entregas, el ciclo de videos repasa, tal como explica la descripción del video introductorio, “las permanencias a través del cambio, El racismo, el género, la emancipación, la Argentina del siglo xxi, cómo pensar los tiempos, la larga duración, las revoluciones, las utopías, la democracia y los socialismos, la historia es siempre plural”. Esta reseña buscó ser una invitación a recorrer estos videos en manos de los docentes de la Licenciatura en Historia de la UNSAM.